quarta-feira, 27 de abril de 2011

estação bolívia: mariano ramirez

LA DIOSA-DEL-MARTILLO



Abran paso,
y mantengan la calma
La Diosa-del-Martillo
Se acerca corrosivamente.
Demoliendo los interiores
Terrestres.
Quebrando los medrosos
Montes de concreto y vidrio.
Fracturando los ábsides de la Divinidad,
Coronándose con la almena
Antigua, de piedra fortalecida.
Los espacios intercolumnios,
Son derribados por la fuerza
Trituradora de sus brazos dominantes.
Los horadares profundos,
Las fisuras pétreas,
Son huellas de su trayecto
Por el caos dimensional
Y su conculcación de la naturaleza.
Donde los mirmidones
Caen como ripios
En el agujero negro
E ignoto de su boca.
Su rostro es de anatema humana.
Tiene la mirada de fuego infinito
Con aliento de cianuro.
Forjada en los yunques
Del núcleo intrínseco-terráqueo.
Aleación anatómica,
Por siete metales de universo,
Constelado en crisoles ferruginosos.
La placa de metal laminado,
Bordado con finos hilos metálicos
Calentados al rojo vivo,
Envuelven su cuerpo irascible,
Atizado en el desastre abrasador.
Ella es el Martillo,
Que engrilleta el presente
Aprisionando al destino
En los momentos nefastos.
Portadora de destrucción necesaria,
Bebe la copa, con hiel vehemente.
Su lengua afilada,
Proclama el cambio drástico
De los ejes vertiginosos.
La Gran Mensajera
Resplandece
Entre los horizontes telúricos,
Acompañada por el Nuevo Aeon
Develado entre los sótanos
Interiores del conocimiento
Oculto y embozado,
De la humanidad.



Mariano Ramírez J., inédito ainda em livro, frequentador assíduo dos jueves de bocaisapo, é, além de bom poeta, um ótimo escultor. Seu texto poético é fortemente marcado pelo seu labor com peças de metal contorcido que pode transformar, com auxílio de maçaricos e outros instrumentos, em máscaras, personagens do carnaval boliviano, ou mesmo numa mulher seminua carregando uma cruz e se confundido com uma imagem de Jesus em seu calvário. Impossível ler seus textos e não se remeter às esculturas que conheci, aos metais contorcidos dando forma ao dançante de saya, manifestação típica das comunidades afrobolivianas. Escritura e escultura em simbiose, onde violência e delicadeza, homem-metal-texto fundem-se linguagem-poesia. Na foto ao lado, Mariano ler para o deleite dos bocaisapianos.      

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